¿Cómo funciona el polígrafo?
Seguramente hayas visto en más de una ocasión en películas los famosos detectores de mentira o polígrafos, y te has preguntado cómo funciona el polígrafo. Es un instrumento con el cual se puede comprobar si una persona dice la verdad o no. Hoy en día, estos dispositivos se utilizan mucho en empresas, como parte de la selección de personal.
En este pequeño artículo, te hablaremos sobre cómo funciona realmente este dispositivo y cómo se utiliza.
¿Qué es un polígrafo y cómo funciona?
Lo primero que hay que saber es que el polígrafo no es un instrumento policial, sino uno médico. A pesar de que muchas personas creen que te dice si una persona miente o no, estos no funcionan de esa manera. El polígrafo se encarga de registrar la actividad fisiológica de una persona. Y esta información viene generada desde el propio sistema nervioso del individuo.
Sabiendo esto, tenemos que es un dispositivo que contiene un brazo con una aguja en la punta (en los modelos más antiguos, hoy en día son digitales). Con esta el polígrafo va dibujando líneas en papel de acuerdo con las respuestas fisiológicas que va teniendo la persona durante la entrevista.
Obviamente, con el resultado de estas respuestas fisiológicas, un experto puede llegar a saber si una persona está mintiendo o diciendo la verdad. El cuerpo humano tiene respuestas como el miedo, la duda, vergüenza, etc. Aunque ocultes esto a otras personas, lo cierto es que tu cuerpo y tus respuestas fisiológicas no mienten.
Sin embargo, para manipular y leer los resultados de estos dispositivos se requiere de experiencia y estudio. Por lo tanto, no cualquier persona es capaz de leer y utilizar un polígrafo.
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Un poco de historia sobre el polígrafo
Este instrumento nació en el año 1921 y fue creado por John Larson, y este, se encargaba de registrar cambios en la presión sanguínea. Desde este momento fue que se empezó a utilizar este instrumento para detectar las mentiras. Posteriormente, este fue mejorado por Leonard Keeler en la década de 1930 quien lo perfeccionó creando un dispositivo mucho más efectivo y preciso. Ya que este, no solo media la presión sanguínea, sino también la tasa de pulso y respiración.
Años más tarde Keeler desarrolló el papel gráfico para implementar un nuevo mecanismo de impresión. Esto hacía que los resultados del polígrafo perduraran.
Los años pasaron y más empresas empezaron a interesarse por estos dispositivos y empezaron a venderse comercialmente. Incluso, en 1945 John Reid desarrolló un sistema para el registro de la actividad muscular. Esto lo logró gracias a una silla especial que medía los movimientos del individuo.
Para la década de 1992, Stoelting lanza al mercado una versión mejorada, el cual fue el primer polígrafo digital. Este, en vez de imprimir en papel, los resultados se mostraban en la pantalla de un ordenador. A partir de aquí, los polígrafos empezaron a ser más compactos y precisos. Sin embargo, aún es posible encontrar algunos polígrafos tradicionales de aguja. Incluso, el primer polígrafo de John Larson se puede encontrar en el Instituto Smithsoniano en Estados Unidos.